Llorona

Las noches de Cochabamba
me hacen encontrarte,
fumando cigarrillos y con aliento a coca seca.
Con tu marido ajeno y tus labios posados en otros,
más jóvenes,
más firmes.
De fondo la llorona rasgándome el alma
de estar lejos de la casa paterna,
del amor propio.
El que no sabe de amores, no sabe lo que es martirio,
así canta tu voz, su voz,
de pelo negro, hermosa,
de pelo largo y negro, hermosa.
Las manos me buscan, me encuentran , las lágrimas me saben a nostalgia.
"Gauchitos", decís,
y yo, la mano en la mandìbula, con ganas de cerrar los ojos,
porque te veo triste, apenas sola,
escuchando la voz áspera que sé, te hace mal,
por ser mujer, por ser hermosa, por estar abandonada.
Tu pelo negro,
tu mano en la mandíbula,
tu mirada cansada,
las dos solas,
las noches de Cochabamba me llevaron a encontrate.
Tapame con tu rebozo, así no muero de frío.