Me llegó una caja

Otra vez.
A recuperar con el tacto de los objetos memorias de tiempo atrás. A sentir en cada poro, cada pelo, cada pliegue, una atado de sensaciones que creía que eran buenas. Buenas como pan, buenas como agua del cielo, buenas como senderos de montaña. Pero es triste el engaño.

En esta bolsa de basura pongo frasquitos, papeles, cajas y recortes de diarios de tiempo atrás.

La tierra se adhiere a todo, se pega, es el barro seco de una arcilla que no pudo formar hombres nuevos, pero de alguna forma, extraña para mí todavía, está dando a luz una mujer.

En esta bolsa de basura tiro pinturas, tarritos, fotografías y lapiceras secas que no volverán a escribir mis letras.

Un cuerpo nuevo, una expresión sin estrenar, una sentimiento puro que avanza y nutre, una mirada serena y combativa por igual, unas manos limpias de rencores, unas piernas dispuestas a caminar siempre hacia adelante, saltando charcos, esquivando pozos, cometiendo errores y entregándose al aprendizaje.

En esta bolsa clasifico
Lo que no quiero
Lo que no puedo ver
Lo que no quiero recordar
Lo que no sirve
Lo que no me sirve

Me queda
un montón así de libros
un portaretratos vacío
unos lápices de colores
y nada más.

Respiro hondo, y el aire purifica, y me veo desde arriba, todavía con miedo, pero con el pulso firme, con la expectativa puesta en ser el espíritu que siempre quise, que miré de lejos, con la fuerza puesta en el cuerpo, con la paz en el corazón.

3 comentarios:

  1. Qué suerte. Hay que tirar a la mierda lo que no sirve. Operación limpieza( a la vuelta de la catequesis, uff)familiar. Te quiero.

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  2. Y me siguen llegando cajas, cajitas y bolsas con porquerías...por suerte, a medida que llegan, voy deshaciéndome de ellas con los ojos casi cerrados y me siento chocha de la vida. También te quiero y extraño.

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  3. Ceci, tienes un estilo de escribir que me encanta...ánimo con los cambios y las transformaciones. Un abrazo bien grande con mucho cariño. Ana

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